jueves, 18 de junio de 2009

Expresando amor (experimento sonoro)

Y uno se pregunta porqué tantas relaciones fallidas, porqué tantos divorcios, tanto dolor y tanta gente tan necesitada de amor. Hace unas semanas realicé un experimento en el que alrededor de 35 personas participaron, personas que compartían, aunque sea la mayoría, medio social, edad, educación, cultura e intereses, en realidad el experimento no pudo haber estado más sesgado pues la muestra entera se obtuvo de la universidad Centro de Diseño, Cine y Televisión, hecho que hace el resultado todavía más impactante.

Experimento:(recomiendo escucharlo con audífonos)

La gente debía entrar a una cabina de audio y la primera indicación que se les daba era olvidarse por completo de la existencia del lenguaje y por ende la única regla tomaba forma: no usar ninguna palabra que existiera en ningún idioma.

Después se presentaba el cuadro: imagina que la persona amada está en frente de ti y sin palabras, con las puras cualidades de la voz, tienes que lograr expresarle que lo o la amas, transmitir ese sentimiento que llevas dentro.

La mayoría de la gente entró en pánico al escuchar esto, algunos apagaron la luz buscando intimidad, otros rieron de los nervios y unos cuantos más esperaron en silencio. Pero al final todos lograron la meta en común: desterritorializar al lenguaje.



La pregunta es ¿por qué la necesidad de desterritorializar el lenguaje? ¿por qué esta lucha incansable contra la interpretación? ¿por qué apoyar a Deleuze después de tanto llevarle la contra?

Para entender hay que empezar por hablar del lenguaje. Es cierto que nos aleja de los animales, que nos brinda la capacidad de comunicarnos de manera cómoda y rápida, pero ¿es qué por eso necesariamente nos vuelve más humanos? ¿No será posible tal vez que hayamos caído en una trampa, en la trampa de la interpretación? El lenguaje no puede existir sin la razón y es hermoso que exista porque nos llena de vida con la poesía, con la literatura, con los ensayos y los pensamientos. Es el verbo-centrismo, el exceso de palabras, la negación del silencio, lo que me conflictúa, porque la gente ha perdido contacto con el lado de los sentimientos y se ha generado un nuevo analfabetismo-sentimental, en el que la gente torpemente intenta acceder al mundo de los sentimientos utilizando herramientas que sólo le competen a la razón, y así intenta decir con palabras lo que siente, sin darse que cuenta que al hacerlo banaliza por completo el sentimiento, privándolo de la intensidad que lo conforma y entonces ya no es el sentimiento lo que se expresa, en su lugar, es la palabra la que se interpreta. Yo expresando amor no es igual a yo te amo. Algunos objetaran: ¿y los malentendidos? ¿cómo asegurar que el mensaje de amor está llegando de manera clara y comprensible al ser amado? Una vez más la torpeza de la razón inmiscuyéndose en lo que no le corresponde. Olvidémonos de interpretar, la idea aquí no es descodificar un mensaje porque en realidad no existe un código como tal, no se trata de aprehenderlo con la mente sino de sentirlo vibrar dentro de nosotros, recorriéndonos la piel, crispándola, humedeciéndola, transformándola, llenándola de vida. Es la misma razón por la que no hace falta entender lo que dicen las canciones de Janice Joplin para sentir a través de su voz su sufrimiento, su locura, su pasión.

Deleuze. No terminó de entenderlo. Y es cierto que siempre me aproximo a él desde mi escepticismo y a la defensiva, tratando de encontrarle nuevos hoyos a sus teorías, desafiando sus conocimientos, llevándolos al extremo. Pero si lo hago, es sólo por lo mucho que lo admiro, por su capacidad para permanecer un misterio y porque es a través de la confrontación que el confrontando termina por entregarse en su totalidad, exprimiéndose por el miedo a quedar ridiculizado.



1 comentario:

  1. Hey! ya lo escuché está muy chingón!
    Felicidades por la selección!
    TiVo

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